Epidemiología y clasificación de la depresión
Título
del artículo: GUÍA CLÍNICA. Depresión en niños y adolescentes.
Autores: Nogales Imaca, A., Rodríguez Juárez, H., Cortes Meda, G., & Peñaloza Torres, E.
Año de publicación:2021
Autores: Nogales Imaca, A., Rodríguez Juárez, H., Cortes Meda, G., & Peñaloza Torres, E.
Año de publicación:2021
Epidemiología.
Se
dice que uno de cada cinco adolescentes pasa por depresión. Hay un incremento
muy alto de depresión entre los chicos y chicas de entre 13 a 18 años, pero
pocos adolescentes reciben atención terapéutica, siendo ésta de vital
importancia para la pronta recuperación porque se corre el riesgo de terminar
en un suicidio, siendo la tercera causa de muerte en el individuo.
La
depresión es un problema de alto riesgo, ya que el adolescente saliendo de ese
trastorno mental puede tener recaídas, hay un índice muy alto de recaídas.
Un
estudio epidemiológico dio como resultante, que las mujeres adolescentes tienen
un mayor índice de depresión que los adolescentes hombres, habiendo un
porcentaje alto de comorbilidad. Se registra estadísticamente un 25% de
depresión crónica en las adolescentes, teniendo bajo rendimiento en su vida y
un mayor porcentaje de pensamientos e intentos suicidas.
Clasificación de la depresión.
La
depresión se caracteriza en varios tipos, que mencionaremos a continuación:
Trastorno
depresivo mayor: Este trastorno es muy común y que abarca muchos síntomas,
entre ellos la melancolía. En este trastorno el paciente sufre de culpa y de
trastornos delirantes.
Se
encuentra también la distimia, que se caracteriza por ser crónica, existen
fuertes grados de ansiedad y una autoestima baja, así como también descontrol
en el estado de ánimo.
Existe
el trastorno ansioso-depresivo: donde hay una unión de ansiedad y depresión
afectando al adolescente.
Depresión
atípica: se caracteriza por un estado de ánimo fluctuante, mezclado con
ansiedad, donde el adolescente empeora por las tardes, habiendo también un gran
apetito.
Trastorno afectivo estacional: este trastorno se caracteriza por
periodos largos de sueño, una fuerte fatiga, afectando en el adolescente los
cambios estacionales, sobre todo en otoño e invierno.
Trastorno
bipolar: El adolescente pasa por periodos muy fuertes de depresión,
hiperactividad, insomnio, carácter irritable, gastos descontrolados, entre
otros.
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